Domingo, agosto 13, 2006
Don`t believe the truth
Hoy me llamó una amiga con la que hacía tiempo que no hablaba... nos conocemos desde hace más de 20 años... ya no tenemos nada en común, hablamos muy poco, ya ni siquiera nos comunicamos por e-mail o messenger, sin embargo me sorprende darme cuenta de que a pesar de las diferencias en los valores, a pesar de las desilusiones y a pesar de las diferencias... la sigo queriendo... y me sigue queriendo... y eso... el cariño... es absolutamente lo único que nos une.Quiero decir... hay amigos que perduran en el tiempo, que se convierten en parte de la familia... son más que amigos... con los que se deja de tener un contacto tan diario para tenerlo más esporádico pero constante. El cariño desmesurado de la adolescencia se transforma en un sentimiento más estable (tal vez no tan pasional pero más real) en la juventud y se vuelve permanente e incondicional en la adultez...La vida, a medida que avanza, nos cambia, nos lleva por diferentes caminos, nos junta y nos separa de unas y otras personas... y está en cada uno mantener el cariño que nos une a pesar de que a veces llegamos a un punto en el que ya no tenemos nada que ver, ni gustos, ni hobbys, ni valores, ni ideales... nada nos une, pero si el cariño es fuerte, el vínculo permanece.Son los menos... de los amigos de la adolescencia, que pensábamos que eran incondicionales, que tan ideológicamente llegabamos a apoyar o defender... muy pocos son los que quedan... y los que quedan, hoy son parte de mi familia... no son amigos, no son conocidos... son hermanos, son tíos de mis hijas y alguno es casi un hijo para mis padres...Hoy mientras hablaba con mi amiga me daba cuenta de todo esto... la quiero, la quiero a pesar de no compartir su forma de pensar, su forma de actuar, su forma de relacionarse con los demás, la quiero a pesar de haberse convertido en alguien, que si conociera hoy, detestaría...Me hizo pensar... me hizo darme cuenta de que a pesar de todo hay gente que se nos aloja en el corazón y allí se queda para siempre...En mi experiencia personal... son muy pocos... pero son y por ellos es que siento que todo lo que pasé, viví, sentí, reí, sufrí y lloré por el camino que me trajo hasta hoy... valió la pena.
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