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miércoles, 10 de noviembre de 2010

SABRÁS LO QUE ES SER PADRE...



Solamente sabrás lo que es ser padre, cuando sientas muy hondo el latido de ese pedazo de tu corazón sobre tu pecho, henchido de legítimo orgullo.

Sabrás lo que es ser padre cuando comprendas que el fruto de tu sueño es ahora una realidad palpitante, ternura en piel viva y mirada inocente ante tu regocijo.
Conocerás la dicha de ser padre cuando entiendas que tu sueño ya jamás será completo, cuando sepas del llanto de la madrugada, de tus largas ojeras y la satisfacción de ver a tu renuevo tranquilamente dormido, aunque tú no lo puedas hacer.
Únicamente sabrás lo que es hacerse padre cuando radiante pasees a tu hijo en su dorado cochecito, le hables aunque sepas que no te entiende aún y lo veas descubriendo asombrado cada pequeña cosa que constituirá su primera lección de filosofía.

Sabrás lo que significa ser padre cuando en la noche corras por esa medicina que necesita para aliviar su fiebre, al llevar la cuenta de sus vacunas y cuando de puntillas te acerques a su cuna a escuchar su respiración, acompasada y feliz.
Cuando por primera vez te diga papá, ría cuando lo lances al aire y no sienta el peligro porque tú le das seguridad con tu sonrisa, cuando le impulses a dar sus primeros pasos, inequívoca señal de que empieza el camino hacia su destino y corras detrás de su bicicleta donde afanosamente pedalea los primeros caminos y distancias del peregrinar futuro de su vida.

Sabrás la maravilla que posees cuando lo lleves por vez primera a la escuela y veas sus ojos llorosos porque no quiere separarse de ti y sientas el alma adolorida al alejarte dejándolo en medio de otros egoísmos que, sin embargo, le enseñarán a ser compartido.
Cuando te muestre sus primeros garrapateados dibujos, incipiente Picasso que preludia en ellos el afán por la belleza que se esconde en su corazón. Y sobre todo cuando se abrace a ti, tomando tu mano simbolizando con ello la confianza de tu fortaleza, que le dará seguridad en su andar.
Sabrás lo que es ser padre cuando reclame tu tiempo y tu tengas que buscarlo y encontrarlo en donde puedas, cuando lo lleves al circo y a la playa y al paseo cansado pero gratificante, cuando juntos sueñen en las vacaciones en que ambos se pertenecerán por completo, cuando le enseñes a jugar y a llenar rompecabezas y juntos caminen por el parque cualquier tarde esplendorosa de abril.

Comprenderás la maravilla que Dios te concedió, cuando te rete con sus primeras preguntas y de momento no sepas cómo contestarlas, cuando le ayudes a escribir la carta a Papá Noel y esperes la vigilia de la Navidad con el ansia compartida de una nueva niñez tuya y descubra en tu abrazo, en tu caricia y en tu beso incondicional, cuánto le amas.
Sabrás lo que es ser padre cuando lo lleves a que toque a Dios por primera vez, le enseñes a rezar por todos y sienta que tu cariño es algo en lo que puede confiadamente descansar. Y cuando ves que va creciendo y tú lo acompañas, va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente y en ese proceso tú no lo dejas, por duro que sea el ver que poco a poco se desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.

Sabrás lo que es ser padre cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia. El día que deje de acompañarte, porque sus amigos lo esperan y sientas que tu corazón se estremece, porque el día llegó antes de lo que pensabas y sientas profundamente que así debe ser, porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.
Y finalmente sabrás lo que es ser padre cuando un día tu hijo tenga que partir para estudiar en otro lugar, o a un trabajo distante y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrutaste en su compañía y quizás sea el teléfono o el internet la lejana liga que te una a él.

Y sobre todo cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arco iris, el de su propia vida, compartida con alguien a quien amará y tú deberás aceptarlo, porque esa es la ley de la vida y tu hijo te fue solamente prestado por un tiempo.

Entonces sabrás lo que es saberte padre. Que no estudiaste para ello, pero lo viviste y lo seguirás viviendo. Y el regocijo que eso te proporcionará deberá entonces ser mayor que el dolor que supone el sentir que algo muy tierno se despide de tu alma. Pero es sólo entonces que podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de Dios vivo, que es saberse padre.

Rubén Núñez de Cáceres V.


sábado, 25 de setiembre de 2010

Kahlil Gibran - Tus hijos

TUS HIJOS

El Profeta

Kahlil Gibran


Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no pueden visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tu eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.



















lunes, 6 de setiembre de 2010

Porqué llora una mujer?

Un niño preguntó a su madre: «Por qué lloras?»

«Porque soy una mujer» le respondió ella.
«No comprendo» dijo él.
Su madre lo cogió dulcemente diciendo: «Nunca llegarás a entenderlo».

Más tarde el muchacho preguntó a su padre: «Por qué llora mamá? »
«Todas las mujeres lloran sin razón» fué todo lo que el padre pudo decirle.

Ya adulto, el hombre le preguntó a Dios : «Señor, por qué las mujeres lloran tan facilmente?»
Y Dios le respondió:

«Cuando hice a la mujer debía ser muy especial. La hice con una espalda suficientemente fuerte para soportar el peso del mundo pero a la vez tierna y confortable. Le concedí el poder de dar la vida y el de aceptar el rechazo de los hijos. Le dí el poder que le permite continuar luchando cuando todos abandonan y cuidar a su familia a pesar del cansancio o la enfermedad. Le dí la sensibilidad para amar a sus hijos con amor incondicional aun cuando estos la hayan herido duramente. Le dí la fuerza para soportar a un marido a pesar de sus defectos y permanecer a su lado sin desfallecer. Y finalmente le dí lagrimas para llorar cuando ella sientiera esa necesidad. Como ves hijo mio, la belleza de una mujer no está en su ropa, ni en su cara, o en la forma en que se arregla el cabello. La belleza de la mujer reside en sus ojos, que son la puerta de entrada a su corazón, la puerta donde reside el amor. Es por eso que a menudo y través de esas lagrimas podemos ver su corazón».



lunes, 23 de agosto de 2010

COMPAÑERA FIEL

El marido estaba en estado de coma. Salió y entró de ese estado por meses y, aún así, su mujer permaneció a su lado todos los días.

Un día que él despierta, le pide a su mujer que se acerque y con lágrimas en los ojos, le dice:

- ¿Sabés qué? Siempre has estado a mi lado en cada momento malo.

-Cuando fui despedido del trabajo, me diste ánimo.

-Cuando mi negocio quebró, estuviste ahí.

-Cuando me balearon, estuviste a mi lado.

-Cuando perdimos la casa, estuviste aquí mismo.

-Cuando mi salud empezó a decaer, estabas ahí mismo, a mi lado.

-¿Sabes qué?

-¿Qué, querido?, preguntó ella sonriendo, a medida que su corazón se llenaba de ternura...












-Creo que me traes mala suerte, la PUTA madre que te parió...

martes, 17 de agosto de 2010

La lógica de las Madres

Algún día, cuando mis hijos sean suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a las madres, les diré:

Te amé lo suficiente como para preguntarte a dónde ibas, con quién, y a qué hora regresarías a la casa.

Te amé lo suficiente, como para insistir en que ahorraras dinero para comprarte una bicicleta aunque nosotros tus padres pudiéramos comprarte una.

Te amé lo suficiente, como para callarme y dejarte descubrir que tu nuevo y mejor amigo era un patán.

Te amé lo suficiente, como para fastidiarte y estar encima de ti, durante dos horas, mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiese tomado a mí, solamente 15 minutos.

Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira, desilusión y lágrimas en mis ojos. Los hijos también deben entender que no somos perfectas.

Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones, aunque los castigos eran tan duros que rompían mi corazón.

Pero, sobre todo, te amé lo suficiente, como para decirte que "NO" cuando sabía que me ibas a odiar por ello.

Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero estoy contenta por haberlas ganado porque, al final, también las ganaste tú.

Y algún día, cuando tus hijos sean suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres, tú les dirás: "Te amé lo suficiente, como para hacer todo lo que hice por tí".

lunes, 16 de agosto de 2010

Noche de Bodas

Diálogo entre dos recién casados en su noche de bodas:

El: Te llamaré Eva por ser mi primer mujer.

Ella: Y yo a ti Peugeot porque eres el 406!



domingo, 15 de agosto de 2010

Chistes de salón

En un teatro, un hombre se encuentra acostado, ocupando varias butacas con sus piernas y brazos. Al observar, su actitud, el acomodador le pregunta con ironía:


-¿Está cómodo?... ¿No quiere que le traiga un cafecito?...

-No boludo, llama a una ambulancia, que me caí del palco!




En un restaurante:

-¡Y como quiere el señor sus huevos?

-Yo, con toda mi alma.




Sale el medico de revisar al esposo y habla con la mujer:

- Mire señora, la verdad, el aspecto de su marido no me gusta nada.

- La verdad doctor, a mí tampoco, pero es tan bueno con los chicos...




Dos enfermeras comentan al ver pasar a un médico:

- Qué bien que se viste el doctor Garcés!

- Si, y qué rápido!




El profesor de traumatología presenta a sus alumnos a un hombre manco, rengo y con severas deformaciones en la espalda

- Ustedes ¿que harían en un caso así ?

- Pedir limosna.




Dos cirujanos en un bar ven pasar a un paciente.

- A ese hombre lo operé yo.

- Qué le sacaste ?

- Cuatro mil dólares




sábado, 14 de agosto de 2010

La importancia de ser respetuoso

En un Avión:

- ¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata.

- ¿Es que no lo ve? - Responde la dama - Me colocaron junto a un indígena. No soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes. ¿¿¡¡No tiene otro asiento!! ??

- Por favor, cálmese… -dice la azafata- Casi todos los asientos están ocupados. Pero, voy a ver si hay un lugar disponible.


La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:

- "Sra., como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase."


Antes de que la dama pueda hacer el menor comentario, la azafata sigue:

- "Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante.


Y dirigiéndose al indígena, la azafata le dice:

- "Si el Sr. lo desea, tome su equipaje de mano, ya que le espera un asiento en primera clase ".




sábado, 7 de agosto de 2010

Un día con mi nieta Sofía

Este texto ha sido erroneamente atribuido a Eduardo Galeano, él mismo lo desmintió ACA (el original está en FB pero solo se puede ver iniciando sesión).

Sin embargo, hecha esta salvedad y a pesar de no ser de su autoría, el texto es muy bueno y divertido.



UN DÍA CON MI NIETA SOFÍA

- Mañana te dejo a tu nieta por un rato - dijo muy suelta de lengua mi hija.

Y me lo dijo así, como si yo hubiera parido una nieta y me la vinieran a devolver.

No es que me moleste, más bien me muero por ella pero... ¿así?...¿cómo si yo hubiera abandonado a algún niño en una canasta?



Me la trajo tempranito envuelta en camperas, bufandas, guantes, gorras y todas esas cosas que les ponen las madres a nuestros nietos y que nosotros les poníamos a ellas y ahora nos damos cuenta de que era un disparate.

No hay como cambiar de lugar del mostrador para avivarse de algunas cosas.



- No me le des chicles que el dentista lo pago yo, ni Coca Cola, nada con colorante, fijate la fecha de vencimiento de lo que le das, que no se desabrigue que acá adentro está muy frío, si ves que transpira sacale el gorro, que no coma chupetines porque se ensucia y con esta lluvia no se me seca la ropa con nada, si van a salir, tapale bien la boca, si se aburre, en la mochila trajo unos jueguitos para la playestation -dijo cerrando la puerta y continuó dando órdenes por el pasillo.



- Sí, mi amor, tengo un chicle de banana, y para después tengo un chupa chup de cocacola.



- Siéntese por acá que le voy a enseñar a jugar al ludo, ya tiene cuatro años y tendría que saber. Usted juega con las fichitas rojas, si saca seis..., no, mi amor, el dado no se tira así, ¿su mamá no le explicó que no gana el que lo tira más lejos?

Ya van tres veces que tengo que correr la heladera para sacar el dado.

¿No le gusta el ludo mi amor? ¡¡¿Ya se aburrió del ludo mi amor?!!



Bueno..., le voy a enseñar a jugar al robo montón... Si tiene una sota..., la sota es la señora de... ¿tampoco le gusta? Entonces de la escoba de quince ni hablamos ¿no?



Mijita..., yo a su edad jugaba con tres palillos de ropa y dos chapitas durante horas y horas y usted ya me cambió de juego tres veces en dos minutos.



¿Sabe una cosa? Nos vamos a las hamacas y al arenero ¿Cómo que su madre la reta si se ensucia con arena?



En la esquina nomás le saqué la bufanda, los guantes, el abrigo y todo lo que le había puesto la madre para que se moviera poco. ¡Ay Sofía! ¡Faltó que le pusieran un ombliguero nada más!

Pise..., pise ese charco..., déle, déle que nadie nos ve.

Sí, agarre ese palito y vaya pasándolo por la pared y por las rejas..., dele..., que yo lo hacía y no me morí...., patee esa lata..., pise solo las baldosas blancas..., gire alrededor de esa columna..., corte esa flor para llevarle a su madre..., no pise la sombra..., déle..., tírele una piedra a ese perro que se quiere comer al abuelo..., cuélguese de esa rama que está bajita...



¿Al shopping? ¡¡¿¿¿AL SHOPPING???!!! ¡Noooooo! ¡¡Nuncaaaaa!! ¡¡Yo a ese antro de perdición no entro aunque me lo pida mi nieta!!!



- Buenas tardes... ¿Ropería tienen...? Ah..., bueno.

Metí el mate y el termo en la matera porque no tenía claro si dejan tomar mate en el shopping.

Cargué con la ropa que le había sacado a Sofía y le agregué mi campera porque había 15 grados de diferencia entre la placita y ese lugar maldito.Mi nieta empezó a moverse como si hubiera nacido allí.



Yo estudiaba cada paso que daba por temor a equivocarme.Sofía llamó por el nombre de pila a la vendedora de pororó y me hizo comprarle una caja de las grandes.



Cuando yo estaba pagando enfiló corriendo para la escalera mecánica y a mí casi me da un ataque.

Corrí lo más rápido que pude cargando con la ropa, la matera, desparramando el pororó por el piso al grito de: ¡¡Sofíaaaa!!!! ¡¡¡¡Cuidadooooo, esa escalera te puede mataaaar!!!!!!

Detengan a esa niñaaa!!! ¡¡Paren la escalera!!!! ¡¡Se va a tragar a mi nieta!!!! ¡¡¡Alguien que pare la escaleraaaa!!!

Un guardia de seguridad me quiso llevar detenido mientras mi nieta me hacía adiós con su manita abierta subiendo lentamente hacia la zona de restaurantes.

Regresó solita por la otra escalera y le explicó al guardia que yo era su abuelo y que me había traído al shopping.

- “Es mi abuelo, nos vamos al cine Pablo”.



-¿De Walt Disney dan alguna? -pregunté a una chica igualita a la que me dijo que no había guardarropa.Seguro que ya se lo habían preguntado muchas veces, porque se rió y me miró como diciéndome... “No, de Walt Disney hoy no damos”.



No habíamos dado ni tres pasos cuando tuve que comprar otra caja de pororó y dos vasos de Pepsi de los grandes.

Nunca pensé que podría ser tan largo el recorrido hasta la butaca.

Le pedí a mi nieta que se agarrara de mi campera porque me quedé sin manos para ella.

Un vaso llenito hasta el borde en cada mano, la caja de pororó llevada con los dientes, la matera colgada, los guantes, la bufanda, las camperas y la gorra sobre mis brazos a modo de un bebé.

Cuando vi el escalón a lo oscuro, mi instinto de abuelo no consiguió frenarse y grité:

- “¡Cuidadooo Sofía!”

Cualquier idiota sabe que cuando uno abre la boca para hablar se le cae lo que esté agarrando con los dientes.Yo también lo sabía, pero mi cabeza piensa más lento que mi corazón.

De cualquier manera lo que más me molestó fue la risita de algunos padres piolas, la patada que me dio el tipo al que bañé con pororó y los insultos de la señora que limpia. El resto, bien.

Necesité diez minutos más para acomodar en la oscuridad todo lo que había llevado al santo botón.

- Abuelo... -dijo casi en secreto mi nieta - ¿no quedó pop?

- ¿Pochoclo? –le pregunté.

- ¿Pocho qué?- dijo mi nieta y tuve que ir a buscar más.

Como no me animé a dejarla sola en lo oscuro y como vi a un par de nenes con cara de delincuentes sentados allí cerquita, resolví agarrar todas las cosas (incluyendo a Sofía) y repetir la operación otra vez.

Tomé un trago bien grande de ambos vasos para que no se me volcara y allá fuimos otra vez de excursión.

Nos perdimos el principio de la película.

-Esta ya la vi, abuelo -dijo mi nieta con absoluta seguridad.

- ¿Cómo que ya la vio?!! ¡Es Robot!! ¡Es un estreno!

- Ya la vi abuelo. ¡El papá de una compañerita del colegio las baja por Internet.

- Bueno, mi amor, no importa..., vamos a verla otro poquito que me gasté 250 pesos en las entradas

- Ahora ese robot se va a desarmar..., ¿viste abuelo? Ahora agarra su cabeza con la mano. ¡Te lo dije! ¡Vamos a los jueguitos, abuelo, vamos a los jueguitos!



¡No, no y no! No es que me molesten las maquinitas, directamente las odio. No puedo ver como pasan horas y horas enfrente a las pantallas donde se cruzan autos o aparecen monstruos disparando.

- No mi amor, discúlpeme, pero eso es lo último que haría.

- ¿Me das 4 fichas, por favor? -le dije a una chica igualita a la que vendía Pepsi, pochoclo y entradas de cine.

El ruido me perforó los oídos..., en una máquina un tipo tiraba con una ametralladora hacia una pantalla y el que parecía su hijo se le colgaba de los pantalones llorando para que le dejara hacer un tirito.

En otra máquina un niño de 8 o 9 años trataba de embocar una pelota de básquetbol en un aro, le pregunté por que no iba a la placita y me dijo algo de mi mamá.

Dos niños que parecían sus hermanitos lo aguardaban en unos changuitos. Les pregunté por la madre y me dijeron que estaba al lado, en las maquinitas para grandes.

Contra el pool, cuatro niños de 10 o 12 años pasaban tiza a los tacos y solo faltaba el humo de los puchos subiendo hacia la luz tenue que se balanceaba sobre el paño azul.

No pude encontrar ningún juego para mi nieta, así que dejé más de 200 pesos en fichas tratando de agarrar con una pinza unos ositos de peluche que no salían más de 30 pesos.

No es lo mío..., no consigo coordinar en ese juego, cuando quiero abrir la pinza, suelto la campera. Cuando quiero largar la pinza tiro la matera.

Sofía por suerte sacó un caballito azul y me lo regaló.



- Dale abuelo -me dijo - llevame a comer algo, tengo hambre.

- Bien..., seguro que a la vuelta encontramos un frankfrutero.

- No, abuelo, llevame a Mac Donald’s.

- ¡Nooooooo! ¡No, no, no y no! Nunca entraré a ese lugar en que muelen desperdicios y los transforman en comida, cortan pedacitos de plástico y los ponen en bolsitas de papas fritas ¡Noooo! ¡Ni siquiera por vos, Sofía!

- Un happy meal, sin ketchup, sin queso y una coca -le dije a una chica igualita de la del cine, las maquinitas y el pororó...

- No -me contestó- a Sofía le gusta con queso. ¿Y para usted?

- Ehhh..., un chorizo con picantina, hongos y criolla.

Algo que no entendí pasó en ese momento, porque se rió igual que la de Walt Disney y me dio solo el pedido de Sofía.



Mi pequeña “nieta zapping” no había terminado de comer cuando se metió en el pelotero y en unos tubos enormes junto a una manga de foraj... de niños que disfrutaban del sábado.

Cargado de mi equipaje, más los jueguitos que traía la cajita y el caballito azul me asomaba de a ratos a unas ventanitas de vidrio en las alturas para ver si todavía respiraba.

Dos veces me tuve que meter en los tubos (sin largar la ropa) porque Sofita no se animaba a tirarse.



- ¿Qué le parece si nos vamos? El abuelo está cansado, con frío y transpirando.



- ¿Al baño? ¿No aguanta hasta llegar?

Yo temía este momento, sabía que me podía pasar.

- Sofiita, escúcheme un poquito, mi amor, yo no puedo entrar al baño de las niñas, aguántese hasta llegar.

-No, abuelo -me dijo- no aguanto más.

-Bien..., ¿qué va a hacer en el baño? -pregunté y me preparé para la peor respuesta.

- Caca, abuelito.

Volvimos al shoping y cuando nadie me vio me metí en el baño de las mujeres y me escondí atrás de una puerta esperando que mi nieta me avisara.

- Ya está abuelo, limpiáme -gritó mi nieta.

-Voy Sofiita -le dije y me topé con una vieja que salía subiéndose la bombacha desde una de las puertas.

Lo que siguió fue muy triste, me golpeó fuerte con un paraguas al grito de de-ge-ne-ra-do.

Así, una sílaba, un golpe de paraguas: ¡De-ge-ne-ra-do!!Y me pegó hasta que llegó el guardia que por radio pidió ayuda a sus compañeros.

Ayuda precisaba yo.

Mi nieta se la tuvo que arreglar sola una vez más y mientras se acomodaba el pantalón les dijo:

- Es mi abuelo otra vez Pablo..., ya me lo llevo.

lunes, 2 de agosto de 2010

AMIGAS


Cuando era niña, tenía el concepto de que amigas solo había UNA. Una mejor amiga.
Luego crecí, y descubrí que si abrís tu corazón, mostrarás lo mejor en MUCHAS amigas.

A una, la necesitas cuando tenes problemas con tu pareja.
A otra, la necesitas cuando tenes problemas con tu mamá.
Otra, te escuchará mientras te deshaces hablando de tus hijos y sus actividades.
Una más, cuando quieras ir de compras, compartir, curar, bromear o sólo estar allí.
Una amiga te dirá: “Lloraremos juntas”
Otra: “Pelearemos juntas”
Otra: “Váyamonos de joda juntas”

Una amiga sabrá tu necesidad espiritual,
Otra tu debilidad por los zapatos,
Otra tu afición por las películas,
Otra estará contigo cuando estás confundida,
Otra será quien te ayude a aclarar tus dudas.

Tal vez esté todo esto en una sola mujer, pero para muchas, está en diferentes:
Una de sexto grado,
Una del secundario,
Unas más de la universidad,
Algunas de trabajos anteriores,
Algunas veces tu mamá,
Algunas veces tu vecina,
Otras tus hermanas,
Y tal vez tus hijas.

Así que no importa si ha sido tu amiga por 20 minutos o por más de 20 años, todas esas mujeres tienen un lugar especial en tu corazón y/o han marcado una diferencia en tu vida.


Gracias amigas.


sábado, 3 de julio de 2010

Chistes Mundialistas

A Messi le consiguieron trabajo en la Volkswagen... para que vea cómo se hace un gol.

Padre nuestro que estás en Sudáfrica, santificado sea Tabarez. Venga a nosotros el 6° partido, hágase tu voluntad tanto en el cuerpo técnico como en los jugadores, danos hoy nuestro gol de cada día, perdona nuestras defensas, como también perdonamos al árbitro que nos ofende. No nos dejes al borde de la eliminación y llévanos a la final. Amen.

Todos los paisitos se fueron del Mundial, y el más chiquitito se quiso quedar, Maradona enojado lo quiso ignorar y desde Buenos Aires lo debe mirar.

Mensaje urgente de Mujica: "Cristina y Lula comiencen ustedes a monitorear el río que nosotros nos quedamos una semana más en Sudáfrica. Saludos, Pepe."

Der Putten un Histeriken Porteñen vuelvensen der Kulen Rotten! Maradona Soronguen, traguensen der soberbien palabrensen. Offiensen! Uruguayensen siguen!!!

Diego, no llores... estas cosas pasan. Cuando llegues a Ezeiza, llamá a Uruguay, avisá que estamos bien pero que volvemos después del 12. Besito de una selección que no existe.

Argentina cambió de técnico, ahora se llama Diego Armando Lavalija.

Argentina: cuidame el puente mientras estoy en Sudáfrica, Uruguay.

lunes, 28 de junio de 2010

Ex alumnos

¿No les ha pasado alguna vez que miran a otra persona de su misma edad y piensan: "yo no puedo parecer tan vieja!!!" ?


Mi nombre es Alicia y estaba sentada en la sala de espera del dentista para mi primera consulta con él. En la pared estaba colgado su diploma con su nombre completo.

De repente, recordé a un muchacho alto, buen mozo, pelo negro, que tenía el mismo nombre, y que estaba en mi clase del secundario, como 30 años atrás. ¿Podría ser el mismo chico del cual yo estaba secretamente enamorada?

Pero después de verlo en el consultorio, rápidamente deseché esos pensamientos. Era un hombre pelado, canoso, gordo, y su cara estaba llena de arrugas, y lucía muy viejo como para haber sido mi compañero de clase.

Despúes que examinó mis dientes, le pregunté si había asistido al Secundario Issac Newton.

- "¡¡¡Sí , Sí!!!" Sonrió con orgullo y entonces le pregunté:

- "¿Cuando te graduaste?"

- "En 1975. ¿Por qué me lo preguntas?"

- "¡Vos estabas en mi clase!"

El me miró detenidamente...

Y ENTONCES... ESE FEO, CALVO, ARRUGADO, GORDO, CANOSO Y DECRÉPITO, RECONTRA HIJO DE MIL $%&"#$&%$##$%%& me preguntó:

"¿Profesora de qué eras?"

domingo, 27 de junio de 2010

SÓLO UNA MADRE LO SABRÍA

Un día mi madre salió y mi padre quedó a mi cargo.

Yo tendría quizás 2 años y medio.

Alguien me había regalado un juego de té y era uno de mis juguetes favoritos.

Papá estaba en el living mirando el noticiero de la noche cuando le llevé una pequeña taza de té, que era solamente agua.

Después de varias tazas de té y de muchas alabanzas por la riquísima bebida, mi mamá llegó a casa.

Papá la hizo esperar en el living para que me viera traerle una taza de té, porque le parecía la cosa mas tierna que había visto.

Mi mamá esperó, me vio venir caminando por el pasillo con la taza de té para papá y lo miró mientras se la tomaba

Entonces, rompiendo todo el encanto, mi mamá le dijo (y sólo una madre podría saberlo):

"¿No se te ocurrió que el único lugar, del que ella puede sacar agua, es del inodoro?"

viernes, 25 de junio de 2010

Mis hermanas

Una mujer estaba sentada en un sofá,tomando té helado con su madre.

Mientras hablaban de la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de la edad adulta, la madre hizo sonar los cubos de hielo en su vaso fuertemente y luego miro fijamente a su hija.

'Nunca te olvides de tus hermanas' le advirtió,dando vueltas a las hojas de té en el fondo de su vaso.'Ellas se volverán cada vez más importantes con el paso del tiempo. No importa cuánto ames a tu esposo, no importa cuánto ames a los hijos que tengas, vas a necesitarlas.

Recuerda salir con ellas siempre, hacer cosas con ellas siempre. Recuerda que cuando hablo de tus Hermanas me refiero a TODAS las mujeres ... tus amigas, tus hijas, y todas las otras mujeres que estén ligadas a ti. Las vas a necesitar.

Ella escuchó a su madre. Mantuvo contacto con sus hermanas y cada vez tuvo más amigas con el paso de los años.Conforme estos fueron pasando, uno tras otro, ella fue entendiendo, gradualmente, a lo que su Madre se refería.

Conforme el tiempo y la naturaleza presentan sus cambios y sus misterios en la vida de una mujer, tus verdaderas Hermanas siempre permanecen.

Después de mis 40 años de vivir en este mundo,esto es lo que he aprendido:

El tiempo pasa.

La vida ocurre.

Las distancias separan.

Los hijos crecen.

Los trabajos van y vienen.

La pasión disminuye.

Los hombres no siempre hacen lo que se supone que deberían hacer.

El corazón se rompe.

Los padres mueren.

Los colegas olvidan los favores recibidos.

Las carreras o profesiones llegan a su fin.

PERO:

Tus Hermanas siempre están ahí, no importa cuánto tiempo ni cuantas millas haya entre ustedes. Una amiga nunca está demasiado lejos para llegar a ella cuando la necesitas.

Cuando tienes que caminar por un valle solitario y tengas que hacerlo por ti misma, las mujeres de tu vida, estarán alrededor del valle, alentándote, orando por ti,empujándote, interviniendo por ti, y esperándote con los brazos abiertos al final del camino. Algunas veces,incluso romperán las reglas y caminarán a tu lado ... O te llevarán cargada.

Amigas, hijas, abuelas, madres, hermanas, suegras, nueras,cuñadas, nietas, tías, primas, sobrinas: son una bendición en la vida!

Cada día, seguimos necesitándolas.

sábado, 19 de junio de 2010

SOBRE FOBIAS, ANSIEDADES Y MANIAS

SITUACIONES QUE ME PRODUCEN UNA INTENSA Y ABSURDA ANSIEDAD SIN NINGUN TIPO DE RAZÓN:

* Esos segundos que se tardan en aprobar la tarjeta de crédito.

* Cuando estoy esperando a ser atendida en algún mostrador (no en fila sino con un número) y llega alguien y se pone más cerca que yo del mostrador.

* Cuando me detiene la luz roja de un semáforo.

* Cuando tengo que subirme sola a un ascensor con personas desconocidas (por lo general no me subo, espero a que el ascensor vuelva y poder tomarlo sola). Si estoy con alguien no me pasa.

* Cuando tengo que comprar algo que yo jamás compraría y me tomo el trabajo de hacer algún comentario que deje en claro que lo que estoy comprando no es para mí. Porqué diablos me importa lo que una persona que jamás vi en mi vida y seguramente no volveré a ver, piense de lo que yo esto comprando?



MANIAS O FOBIAS QUE NO PUEDO EVITAR DE NINGUNA FORMA

* En un lugar público, jamás me siento en una silla de la que se haya levantado alguien en ese mismo momento, cosa que me resultaba totalmente incómodo cuando estaba embarazada y alguien muy amablemente me ofrecía el asiento. Siempre declinaba la invitación diciendo que por la panza estaba más cómoda parada, cosa que por lo general no era cierto.

* Cuando cuelgo ropa siempre trato de que los palillos (broches) sean del mismo color entre sí y de ser posible del mismo color de la ropa, si esto último no es posible, trato de que combinen con el color de la ropa... he llegado a irlos cambiando de una a otra prenda a medida que me iba quedando con menos palillos para ir logrando combinaciones... por suerte esto último fue solo durante un corto período y ya lo he superado.

* Cuando hago compras, no puedo comprar absolutamente nada en número impar. Y dependiendo de qué sea, lo compro en números determinados. Por ejemplo los yogures, nunca llevo menos de 4 ni más de 6. Las frutas nunca menos de 8 ni más de 12, si por alguna razón tengo que llevar más llevo 20 o 24. El único número impar que puedo comprar es 1 unidad.

* Cualquier número que vea, matrículas, precios, número de casas, lo que sea, los sumo eliminando los 9, hasta llegar a la menor expresión del número. Por ejemplo 123456 = 4+5 = 9, 6+3=9, por lo tanto sumo solamente 1+2 = 3 y me quedo contenta :) porque 1+2+3+4+5+6=21 => 2+1=3).

miércoles, 16 de junio de 2010

URUGUAY CARAJO!!! (3-0 con Sudáfrica)

Por fin la selección nos dio una alegría más que merecida... el 3 a 0 con Sudáfrica... 20 años hacía que no gritábamos un gol en un mundial!!!!

Arriba Uruguay!!!

Los hijos...

Qué difícil es a veces ser objetivo con los hijos propios... que difícil es aceptar que un hijo no es lo que uno espera, lo que uno sueña o lo que uno quisiera. Qué difícil es asumir que el chico no es el mejor en esto o lo otro, que hay otros que tienen mejores notas, o mejores capacidades para tal o cual cosa... lo que los padres deberíamos pensar cuando uno de esos pensamientos se nos viene a la cabeza es que nuestros hijos no serán los mejores en tal o cual cosa, que Fulanito es mejor en eso pero que nuestro hijo es mejor que Fulanito en OTRA COSA... por cada cosa en la que nuestro hijo no sobresale, hay otra en la que sí sobresale... y por encima de todo deberíamos aceptar que nuestros hijos son como son, yo no quiero hijos perfectos, quiero hijos felices. No quiero hijos que se sobreexijan para ser los mejores sino que quiero que rindan, que sean buenos en lo que hagan pero que además sean felices, quiero un equilibrio para ellos, quiero que sean buenas personas, que sean queridos, que sean respetados, que sean educados, que tengan valores y respeto por los demás. Que los reconozcan por ser buenos seres humanos, por sus valores y por sus éxitos también, claro que sí, pero que sean éxitos logrados con felicidad y amor, no con exigencias ni esfuerzos desmedidos... No quiero hijos sobreexigidos y superexitosos, quiero hijos talentosos en la medida que puedan, que se exijan sí, pero dentro de sus posibilidades y sus límites, que se acepten como son, con sus logros y sus fracasos, y por encima de todo quiero hijos alegres, felices y llenos de amor, paz y tranquilidad.

domingo, 6 de junio de 2010

CRUDA REALIDAD

CUANDO LAS MUJERES SE JUNTAN ALREDEDOR DEL FUEGO

Simone Seija Paseyro
Uruguaya – 45 años

Alguien me dijo que no es casual…que desde siempre las elegimos. Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan. Pasan las décadas y al volver a recorrer los ríos esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal.

Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriéndose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.

Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en la casa de las otras.

Las de adolescentes después de un baile, o para preparar un exámen, o para cerrar una noche de cine. Las de “veníte el sábado” porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música, y hablar, hablar y hablar hasta cansarse. Las de adultas, a veces para asilar en nuestras almas a una con desesperanza en los ojos, y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras, para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas.

El futuro en un tiempo no existía. Cualquiera mayor de 25 era de una vejez no imaginada…y sin embargo…detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos.

Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar.

Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no.

Creímos morirnos muchas veces, y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir. Bailamos con un hombre, pero la danza más lograda la hicimos para nuestros hijos al enseñarles a caminar.

Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas. Hicimos el amor, y cuando correspondió, también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.

Entonces…los cuerpos dieron cuenta de esas lides, pero todas mantuvimos intacta la mirada. La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar.

Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir.

Somos más sabias, más hermosas, más completas, más plenas, más dulces, más risueñas y por suerte, de alguna manera, más salvajes.

Y en aquel tiempo también lo éramos, sólo que no lo sabíamos. Hoy somos todas espejos de las unas, y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.

Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego” que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.

Para todas las brasas de mi vida, las que arden desde hace tanto, y las que recién se suman al fogón.

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Para todas las amigas que dejaron su huella en mí a lo largo de toda la vida, desde mi infancia hasta hoy. A todas y cada una de ustedes las llevo por siempre en mi corazón.
Un beso enorme
Caro

sábado, 5 de junio de 2010

HIJOS TRIUNFADORES

Luis Baba Nakao (Marzo de 2007)


Debemos preparar a nuestros hijos para el mundo del futuro, no el mundo de nuestros padres ni el nuestro. En este mundo actual lo determinante para triunfar será el carácter, no solo el conocimiento, como muchos pudiéramos creer. Tener temple, salir de fracasos adecuadamente, hacer de los fracasos un desafío y no una tragedia…, eso será lo que buscarán quienes seleccionan personal. Para los trabajadores independientes será un auto requisito.

Un hijo forjará el carácter si percibe claramente la autoridad de los padres. Con presencia de autoridad, los niños y jóvenes podrán resolver los problemas asertivamente. Sin presencia de autoridad nuestros hijos serán débiles de carácter y obrarán por impulsos con los consecuentes problemas de adaptación.

¿Exceso de autoridad? 'Siempre será mejor el exceso de autoridad'. El límite lo pone la siguiente regla: 'No se debe humillar'. Lo que es el niño o el joven hoy será el adulto del mañana en cuanto hay que mirar al hijo como un adulto potencial.

¿Queremos que nuestros hijos no sufran? Entonces hay que prepararlos para sufrir. No podemos evitarles todo sufrimiento. Deben comprender la muerte, los problemas de la vida, las dificultades económicas en casa, los problemas en el trato con sus semejantes. No debemos resolverles todas las dificultades, no debemos darles gusto cuando no hay cómo, hay que ayudarlos a que ellos las resuelvan. Nadie logra metas exitosas y duraderas sin un poco de sufrimiento. Evitándoles el sufrimiento hacemos un daño irreparable. Darles todo los incapacita para luchar por lo que de verdad vale la pena.

Hay que enseñarles a hacer esfuerzos adicionales. Que sepan que siempre se puede un poquito más. Nadie recoge su cosecha sin sembrar muchas semillitas y abonar mucha tierra.

Es muy importante enseñarles a carecer, es decir a 'sentir la falta de'. Hay jóvenes que no juegan su deporte favorito si no tienen tenis de 'marca', hay jóvenes que se resisten aceptar una invitación si no van con vestido nuevo; hay gente joven que no se moviliza a otro lugar si no es en carro o si papá y mamá no los llevan; aunque tengamos para darles 100%, ellos deben saber el valor de las cosas. Si no lo hacen de pequeños, les será muy difícil de adultos y allí sí que van a sufrir y nosotros con ellos. ¿Cómo les enseñamos a carecer? Dándoles un poquito menos de lo que necesitan. Así aprenden a apreciar lo que tienen y a no ser ingratos. Una excelente escuela para aprender a carecer (sin morir en el intento) es la mesa del hogar, la comida. ¿Qué debemos hacer de comer? Lo que nosotros decidamos que es bueno para ellos! Es no sólo por su bien alimenticio, sino que es excelente que aprendan a carecer. 'Mami…no me gustan las lentejas'. Si quieren hacerles un bien para la vida, denles lentejas, no lo cambien por la hamburguesa o la pizza que anhelan. Habrá berrinches, no se exalten (autoridad no es gritar o agredir), que no coma si no quiere, pero cuando le vuelva el hambre: ¡SORPRESA!...Las lentejas de la nevera calentadas!

También hay que educarlos en el servicio. Una familia normal es un equipo de trabajo con pocas tareas: tender la cama, ordenar los cuartos, lavar los platos, arreglar la mesa , etc. Hay que educarlos para que realicen las labores de hogar, aunque lo hagan mal al principio. Las escuelas más importantes de liderazgo del mundo enseñan a los jóvenes a carecer y hacer, para que sepan y entiendan el mundo y lo puedan liderar.

Las mesadas deben ser una cantidad fija, mas bien, semanales y algo menos de lo que creen que necesitan. Así aprenden a administrar inteligentemente el dinero.

El respeto por el adulto jamás debe transgredirse. A un padre no se le debe exigir lo que materialmente no puede ofrecer, no se le debe descalificar, menospreciar, burlar ni mucho menos gritar. Un padre jamás debe permitir la subvaloración por parte de su hijo.

Formemos hijos luchadores, no debiluchos sobreprotegidos.

Que se superen así mismos. Que tomen los problemas como desafíos para mejorar. Recuerden que nadie alcanza altura con un solo vuelo. También hay que ilusionarlos con ideales, metas futuras, sueños para que sean buenos de corazón. Importante también es estar convencidos de que triunfador no equivale a tener dinero o propiedades. Triunfadores son aquellos que son felices con lo que hacen, con lo que tienen y con su vida. Solamente así podrán hacer felices a otros.

Los hijos con carácter templado, con algunas carencias, educados en el servicio, plenos de amor, con respeto a la autoridad e ilusiones, serán hijos triunfadores.

Los padres tenemos la gran responsabilidad de criar hijos que transformen nuestro país, donde reinen la libertad, la abundancia, la justicia y la felicidad.