jueves, 20 de agosto de 2009

Cromañón

Se me caían las lágrimas (contra mi voluntad) mientras escuchaba la sentencia de todos los imputados en la causa Cromañón, pero no porque fulanito haya sido condenado o menganito haya sido absuelto, sino porque mi corazón estaba con todos los muertos, con los padres y familiares de todos y cada uno de los 194 chicos que perdieron su vida ese día...

4 años y 8 meses después de la tragedia, finalmente el juicio llegó a su fin, sin embargo todos los
condenados esperarán el resultado de las apelaciones en libertad.

Si Callejeros tuvo o no la culpa, si este o el otro sabía o no sabía... lo único que importa es la gente que murió... he escuchado a mucha gente que cuestiona a los padres... cuestionarlos? se puede cuestionar a esos padres que perdieron a sus hijos de forma tan terrible? Yo sin duda no me atrevo a juzgar a ninguna de las personas que sufren por sus muertos... sin dudas uno desde su lugar fuera de la tragedia puede pensar tal o cual cosa, pero no se puede, ni por un solo segundo, ponerse en en lugar de esas personas, porque el dolor, la desesperación, la impotencia que sienten esas personas es imposible de imaginar por alguien que no haya estado o esté en esa situación. Nadie en su sano juicio puede juzgar el accionar, la forma de reaccionar o de pensar de estos padres a quienes se les han amputado la parte más importante de su vida: sus hijos.

Desde mi humilde rinconcito vaya mi recuerdo para todos y cada uno de esos 194 chicos que murieron en Cromañón... mi corazón sufre por ustedes y sus familias.

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